sobrelatierra

sobrelatierra el hombre deja sus huellas. Son de todo tipo. Un reflejo y consecuencia de lo que hace con el planeta y todo lo que en él se encuentra.
Nuestra presencia como inquilinos se hace evidente cuando miramos la historia natural y humana con una escala de unos pocos miles de años y no de decenas, como mucho, en la que nos sentimos más cómodos, simplemente porque esa es la duración normal de nuestro contrato individual.
Bajo una perspectiva más acorde con la historia natural del planeta nuestras marcas, aquellas señales de las que solemos vanagloriarnos, se ven borrosas o han desaparecido casi por completo. Más aún cuando las comparamos con las huellas que la propia naturaleza existente, bajoelagua y enelaire, es capaz de crear en ella. Esos pequeñísimos animalitos que forman el coral originan las bellísimas islas en las que algunos afortunados seres extienden su existencia.
El cráter de Chicxulub en Yucatán creado por el impacto del meteorito que se cree causó, hace 65 millones de años la extinción de los dinosaurios, todavía puede verse bajoelagua.
Nuestras más antiguas y orgullosas construcciones en unos pocos miles de años podrían desaparecer de no hacer esfuerzos considerables y sostenidos para preservarlas. El planeta, que dispone de un tiempo inimaginable, borra los residuos de su presencia como si de una mota de polvo sobre un estanque de agua se tratase.
El orgullo, la soberbia y la ignorancia que son nuestra marca de identidad solo muestran su capacidad para acortar la duración de nuestro inquilinato. Lamentablemente, otros seres vivientes que habitan
sobrelatierra, bajoelagua y enelaire, pagan con su extinción las consecuencias de esas marcas de la especie humana.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Ecología Política: Un caso de Sociedad Estratificada

Una muestra de ecología humana estratificada en tres niveles

El Ejemplo Muestra una Vista panorámica obtenida desde el Parque Indoamericano - Soldati - Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina y exhibe una notoria muestra de una sociedad desestructurada. Es posible observar claramente y en una misma imagen el deterioro de la calidad de vida de los habitantes a medida que descendemos en el nivel del ecosistema. Dada esta evidencia empírica irrefutable -como todo lo que es empírico, ya se sabe- el Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Don Mauricio Macri ha decidido implementar de manera urgente la siguiente política medioambiental:

1) Arrasar, Pasar la Topadora, caiga quien caiga y cueste lo que cueste, incluso si se trata de vidas humanas con el objetivo final de nivelar el terreno más bajo y disponerlo para el solaz de los "habitantes que pagan sus impuestos" (así se llaman a sí mismos) o para futuros emprendimientos urbanísticos si el interés del nivel más alto del ecosistema así lo indica. Este nivel es el de la cúspide de la cadena alimenticia depredador/presa que (obvio) es el tercero, por supuesto, o, en su defecto, el propio GCBA,
Esta política -solo en apariencia drástica e incluso cruel- se justifica haciendo notar (en eso el apoyo total de los mass media es fundamental) que basta observar que los habitantes de ese inframundo no son indispensables, ni siquiera útiles, e incluso, son visiblemente feos, sucios y malos. La política vendría entonces a poner algo de orden y belleza en una parte del mundo que se ha desordenado y afeado más allá de lo tolerable.

2) Urbanizar el nivel medio trazando algunas calles e instalando algunas canillas. Con el tiempo es posible -si los habitantes de ese nivel se muestran sumisos y complacidos- que se construyan algunas escuelas y salitas sanitarias, pero inicialmente no se justifica dotarlas de personal profesional sino proceder procurando que los mismos vecinos se hagan cargo de ellas -se conoce hábilmente como la política de dar la caña para pescar y no el pescado- con un estipendio (sueldo) adecuado al bajo nivel de capacitación y aspiraciones que caracterizan a este tipo de población. Los métodos de autoconstrucción empleados y el desorden que de ello resulta son claramente visibles en la fotografía pero, a diferencia del nivel anterior, el del inframundo, ese desorden que tiene algo de pintoresco se tolerará (Quizás hasta pueda dejar una renta por visitas guiadas para turistas organizadas por La Ciudad).

3) El Tercer Nivel el Superior, ¡Ese es el que Importa!. En este breve resumen pasaré por alto la política diferencial que se da el GCBA con los subniveles que lo componen (¡Obvio que los hay!). Solo diré que las reglas de la sana política ambiental indican que es este nivel el que confiere mayor orden y estabilidad al ecosistema regido por el GCBA. La mejor política para este nivel es aquella que logra infundir el miedo en sus habitantes en relación a los potencialmente conflictivos niveles inferiores. Logrado instalar ese miedo y, de nuevo, la colaboración y comprensión de los medios de comunicación es un aspecto crítico para el éxito, todo resultará. como dicen en la madre patria, "miel sobre hojuelas".

Podemos, si se quiere así, llamarlo El Plan Maestro Para la Ciudad Autónoma del Gobierno PRO que es como decir moderno.( Autónoma ¿de quién? del Gobierno Nacional que está en otra cosa totalmente distinta, antigua y equivocada ¡Obvio!).

Un aporte con los pies sobrelatierra para la comprensión de los problemas ambientales.

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